Este conjunto ha pasado por la capital dejando un muy buen sabor de boca. Asistí a la segunda de sus funciones. La primera, segun referencias de los entendidos abonados y amigos que transitan por Ibermusica fue más que notable. No puedo entrar a fondo porque, como digo, no puede verla pero después de oír la segunda de sus representaciones me atrevería a confirmar la opinión de mis buenos amigos aficionados.
Para este día su director titular, el afamado y joven director, Vasily Petrenko (no confundir con Kirill Petrenko, titular de la filarmónica de Berlin) preparo un muy interesante programa: una obra del compositor español Albert Guinovart, titulada La vida secreta, el concierto para piano y orquesta número 3 en do mayor de Prokoviev y la obra para ballet de Stravinski, Petrouchka.
Después de deleitarnos con una conseguida obra de Guinovart, de reminiscencias Jazzísticas y guiños a Gershwin el concierto empezó a entrar en materia con la salida al público del solista de piano protagonista de la obra de Prokoviev, el macedonio Simon TRPCESKI- desconocido para mí-con amable y sonriente expresión indicadora de las ganas de hacer disfrutar a la audiencia. Así fue. El virtuosismo y la energía que desplego fueron de dejarnos con la boca abierta con una partitura que corrobora lo que para el compositor era evidente: que el piano es un instrumento de percusión y que también se pude correr golpeando un martillo. Lo alegre de la obra y la entrega y facilidad del pianista pusieron en pie a la sala al saludar ambos, solista y director atento en todo momento.El entusiasmo del momento hizo que el macedonio después de agradecer en perfecto español los aplausos diera de propina una trepidante danza de macedonia de gran virtuosismo y envolvente ritmo.
La velada termino con la música del ballet Petrouchka que pocas veces hemos escuchado tan bien construida, muy bien Interiorizada por Petrenko y muy vívame dirigida, no solo dando cada entrada puntualmente sino sacando los matices y colores de una partitura confeccionada para ballet donde tiene que haber de todo. Otro éxito más de los organizadores del ciclo de Ibermusica.